quinta-feira, 6 de setembro de 2012

" Me decías que el viento no tenía tus ojos.
     En los altos del aire, la luz estremecida
     arde con dos diamantes que me incendian la vida :
     en tu mirada el sol ha encendido sus rojos.

     De mi vida me quedan inflamados despojos
     y porque tú me miras ha vuelto a ser mi vida :
     por tus ojos no vivo la noche derruida
     y no veo la muerte si me miro en tus ojos.

     Así el tigre acosado, así la noche en llamas
     se salvan si los mira y hacia tu luz los llamas,
     como yo me he salvado del collar de la muerte :

     en tus ojos me salvas y en tus ojos me amas,
     voy entero al imán de tus ojos al verte;
     dame, para vivir, esta luz que proclamas "

          Pere Gimferrer.

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